martes, 9 de junio de 2009
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En la vida cotidiana, hay muchos usos de energía que no requieren de una alta intensidad de energía. Las máquinas de combustión externa se alimentan directamente de combustibles menos procesados, más económicos, que son materia muerta de origen vegetal o animal.
Los biodigestores capturan el metano que se desprende de la descomposición de materia orgánica. En estados como Puebla, existen centros de generación de energía rural que son apoyados con biodigestores.
Diversificar
La producción de energía es la salida más obvia de un sistema bioenergético, pero ésta no es el único componente significativo. El éxito económico de muchos proyectos puede depender de la comercialización eficientes de los productos no energéticos, como el utilizar el carbón del terraplén como un valor agregado al proceso. Posiblemente las fuentes de biomasa incorporarán al mercado el mayor valor, pero aunque la energía de la biomasa y producción de compostas orgánica son dos mercados diferentes que se desarrollan independientemente, existe ya una preocupación creciente en cuanto a la escasez de carbón inútil o de desecho. Cuando se quiere más de un bien que escasea, el precio sube. Cuando la demanda para una fuente de carbón específica sube sin un aumento en el insumo de carbón, el precio de esa fuente de carbón también aumentará. El maíz, por ejemplo, se utiliza en los Estados Unidos para la alimentación y el combustible. Lo mismo puede suceder con el carbón inútil.
Esto no significará el fin de los mercados orgánicos no energéticos, como el estiércol vegetal. La demanda en la industria de los abonos agrícolas valiosos continúa creciendo. Hay un papel simbiótico entre las tecnologías no energéticas que están anidadas en las tecnologías de la conversión de la bioenergía. Un buen ejemplo de los mercados complementarios, múltiples que deben surgir al mismo tiempo para que un proceso funcione con números negros se encuentra en el área de los digestores anaerobios. El rédito de la energía producida solamente no cubre los costos de operación e inversión.
El pasado mes de octubre la USDA-NRCS publicó un análisis de los sistemas de la digestión anaerobia en la ganadería de E.E.U.U. El informe presenta el caso con costos de instalación de 7 a 29 centavos de dólar por el kilowatt-hora (KWH), y las utilidades que pagan 2 a 6 centavos por KWH, no es fácil obtener liquidez en estos proyectos. Usando el costo más bajo del digestor, de 7 centavos/KWH y la utilidad superior de 6 centavos/KWH, cada kilowatt de energía generada le costará al productor un centavo/KWH del productor, apenas justo para tener el privilegio de producir electricidad. Ésta es una interpretación extremista de lo que sucede, pero una rentabilidad negativa de la inversión no excita muchos inversionistas y prestamistas.
Los digestores siguen siendo construidos, así que los números promedios fijados arriba no dan la historia final. Dos maneras fáciles de influenciar las gannancias y los costos son: 1) recibir ayuda en capital, como una concesión o subsidio; y 2) Conseguir un buen precio en el contrato para la electricidad vendida. Ninguno de los dos dan la solución en automático, pero ambas está ocurriendo con los digestores financiados en los Estados Unidos. Los mercados no energéticos también necesitan ser desarrollados. Estos mercados no tradicionales no se asocian normalmente a los proyectos de energía, pero afectan las vueltas de funcionamiento de un digestor. Estos mercados incluyen: un mercado de valor añadido para los líquidos y los sólidos digeridos (nutrientes organicos); tomar una basura “limpia” por honorarios; establecimiento de la relación del crpedito de carbón; y desarrollar una relación de beneficio público positiva, ser un buen vecino (olor) y administrador ambiental (aire y agua). Estos componentes no energéticos definen los digestores anaerobios como sistemas de bioenergía eficientes. Si el biogás y la electricidad son generados sin desarrollar el mercado de los nutrientes orgánicos, más adelante un digestor no hará nada respecto al problemas ambientales del nitrógeno y del fósforo. Tomando otro desecho orgánico copmo la glicerina, el aceite de cocina o las bebidas de la basura - mediante un honorario - proporciona el servicio de recolección de basura y los al mismo tiempo genera el producto de la energía. El mercado de créditos de carbón dará ganancias por el beneficio público de mejorar la calidad del aire.